sábado, 11 de junio de 2016

Vaselina de Mercadona


Cuando la pediatra de mi Chiquitita me miró y me dijo "te vas a ir al Mercadona y compras un tarro grande de Vaselina neutra" he de reconocer que pensé que se le había ido la pinza. Pero como mi pequeña llevaba ya un par de semanas con un eczema que no se iba con ninguna de las cremas que me había mandado ni con lo que me recomendaron en la farmacia, pensé que no había nada que perder. Así que puse rumbo al Mercadona. 

Lo primero que me sorprendió fue el tamaño ya que el tarro es bastante grande, son 100 gramos y creí que nunca la terminaría (históricamente solo usaba la vaselina para hidratarme  los labios y muy de vez en cuando,  ya que prefiero las barras de cacao). Después llama la atención el precio.  ¿2 € por semejante tarro? A casa que se viene!
Y cuando se durmió le puse vaselina en esa barbilla rojita. A la mañana siguiente la tenía mucho mejor. Era la primera vez en 10 días que notaba mejoría, por eso continué echándole durante todo el día. Con la saliva la verdad es que lo seguía teniendo irritado, pero en tres días la irritación desapareció por completo. 

Desde entonces seguimos utilizándola en casa para un montón de cosas, ya se ha convertido en un imprescindible para  mí. Os cuento los usos que le doy:
  • A mi Chiquitita ahora con el calor se le irritan las piernecitas en las zonas en las que le roza el pañal, le doy un poco de vaselina antes de ponerle el pañal y ya no hay rojeces.
  • Por la noche me doy vaselina en las uñas, las noto más hidratadas, las cutículas mucho más suaves y con más brillo.
  • Me pongo una gotita en las pestañas antes de ir al dormir. Ahora están más fuentes y brillantes.
  • En invierno, por el frío y el aire, se me pone fatal la piel justo encima de las cejas llegando a descamarse ,  he probado todo tipo de cremas y lo único que lo frenó fue la vaselina.
  • Por las noches también me la doy en los pies, sobre todo en los talones y en las durezas. Unos calcetines cómodos y a dormir. Desde que lo hago ya no necesito limar me las durezas, la diferencia es impresionante. Suaviza y alisa las durezas de maravilla.
  • Mi madre, además la utiliza para evitar mancharse con  el tinte. Se da una capa finita en el nacimiento del pelo y después aplica el tinte. Se tiñe de negro y os puedo asegurar que no hay ni rastro del tinte fuera del pelo.
  • Y claro está, el uso típico de siempre: para hidratar los labios. Hidrata, da brillo, suaviza... vamos que me encanta!
En mi opinión: producto 100 % recomendable. 

lunes, 6 de junio de 2016

Canastilla para el hospital

Como ya sabéis mi pequeña tiene ya un añito, ahora que ya ha pasado el tiempo, miro atrás y recuerdo lo asustada que estaba, no sabía por dónde empezar a preparar las cosas y pedía consejo a todo el mundo. Miraba por internet, leía, leía y leía y volvía a leer listas interminables de lo que se suponía que iba a ser imprescindible y al final, lógicamente, me bloqueé. Estaba totalmente saturada. Decidí seguir mi instinto y no me ha ido nada mal, pero por si acaso alguien se encuentra ahora en la misma situación que yo hace algo más de un año voy a explicar cuáles han sido mis imprescindibles y porqué y os contaré también el porqué de mis descartes. Ahí voy!

Bolsa de la mamá

Mis imprescindibles:

  • Bolsa de aseo: aunque parece que esto no deberíamos ni mencionarlo,  los nervios pueden jugarte una mala pasada, mejor pon esto lo primero de las lista que nunca se sabe…
  • Documentación: se supone que nadie sale de casa sin ella, pero no está de más tenerlo en cuenta.
  • Braguitas desechables: para mí imprescindibles y super útiles. Con los 13 puntos de la cesárea eran las únicas que no me hacían daño, las utilicé en casa también los primeros meses por lo mismo, horrorosas, pero comodísimas.
  • Sujetadores de lactancia: para mí otro básico, pero vamos, desde el 6º mes de embarazo más o menos.
  • Discos absorbentes: si volviera atrás los dejaría en casa, en el hospital ni los saqué, eso sí, durante muchos meses han sido mis mejores aliados, nada de escapes ni marcas indiscretas
  • Purelán: está sí que sí, la matrona me dijo que no, la ginecóloga, que no, las enfermeras, que no. Y yo digo que gracias a esta pomada mis pezones sobrevivieron, así que para mí es un imprescindible.
  • Zapatillas: si tenéis suerte y os entran será estupendo tenerlas, las más cómodas que tengáis. Mis piernas, como se convirtieron en las de un elefante, no soportaban ninguna zapatilla, utilizo un 35 y volví a casa con unas chanclas de mi chico del 42 que aún así me estaban estrechas, así que imaginad.
  • Ropa para salir del hospital: cómoda y amplia, habrá quien salga del hospital como si nunca hubiera estado embarazada, pero en mi caso la barriguita me acompañó un tiempo, así que la ropa de premamá me fue perfecta para volver a casa con mi Chiquitita.

Lo que recomiendan, pero no volvería a llevar:

  • Bata: en todas partes veía que debía llevar una bata, incluso en los apuntes que nos dio la matrona en las clases de preparación al parto. Yo no uso bata. ¡Jamás! Así que tocó ir de compras. Y encontré una medio bonita en Woman Secret. Ni que decir tiene que volvió a casa sin estrenar.
  • Camisones abiertos por delante: se supone que son útiles para facilitar las tomas del bebé. No se en los hospitales privados, pero en el público en el que yo di a luz me dieron un “precioso” camisón azul abierto y así me pase los dos días. También de vuelta a casa sin estrenar, aunque he de decir que a estos sí que les he dado mucho uso después.

 Bolsa del bebé:

  • 5 ó 6 bodies: más que suficiente, lo más sencillos posibles para que te resulte cómodo vestirle
  • Gorrito de algodón: sólo lo usó el primer día, yo tenía dos y en realidad con uno habría sido más que suficiente
  • Pijamas: no se lo llegué a poner. Mi Chiquitita se pasó el día con el body por petición del personal del hospital, me explicaron que así les resultaba más cómodo para hacerle las pruebas y medicines pertinentes
  • Baberos: no los utilicé
  • Manoplas: te dicen que las lleves para evitar arañazos, pero según se las puede me dijeron que se las quitase, que lo que necesita el bebé es estar en contacto con su mamá. Mi niña se puso un pelín histérica con las manos tapaditas, así que si repito esto me lo salto.
  • Calcetines: taparle los pies a mi niña ha sido misión imposible, pero imagino que para otros niños sí resultarán útiles
  • Arrullo, toquilla o similar: llevé una finita y la verdad es que repetiría
  • Toallitas: imprescindibles para los primeros cambios de pañal, el famoso meconio (“la pez” que decimos en mi casa) no se iba ni a la de tres
  • Pañales: en el hospital nos los daban, así que los guardé con mucho cuidado, ya sabiéndolo, si hay próxima vez se quedan en casita
  • Cremita para el culito: fundamental, aunque hay quien diga que no se les debe echar, mi niña sí la necesita de vez en cuando
  • Ropa para salir del hospital: ¡qué bonita estaba con su vestido rosa!

viernes, 3 de junio de 2016

Un año!!!

Hace un año que la vida es mejor.
Llegaste justo el día que estaba previsto, obediente desde el principio. Y has llenado mi vida. Nuestras vidas.  Eres la pieza que faltaba. El complemento perfecto. La clave de la felicidad. De mi FELICIDAD, así con mayúsculas. Porque la realidad es que yo creía que era feliz,  pero está claro que no tenía ni idea de lo lejos que estaba de la felicidad de verdad, de la buena.
Tu sonrisa eterna me da la vida Chiquitita, no hay nada mejor que verte feliz. Descubres cada día una cosa nueva y yo contigo. Te tengo que enseñar muchas cosas, pero la verdad es que tú me estás enseñando a mí mucho más de lo que jamás imaginé.
Me enseñas a valorar lo que de verdad importa. Me enseñas a emocionarme con las pequeñas cosas,  a disfrutar del tiempo, a tomarme las cosas con calma. Hija mía: me estás enseñando a vivir.
¡¡Feliz cumpleaños Chiquitita!!